El juego va a ser siempre el motor
para el uso del juguete, pero no al contrario.
La selección de un juguete
dependerá de: el tamaño del fondo lúdico y una serie de criterios
creativo-pedagógicos, recreativos de solidez y prácticos, que permitirán la
inclusión o exclusión del mismo en la ludoteca.
Un juguete nunca debe ser
alienante, segregante o sexista.
Podríamos excluir aquellos
juguetes que:
- no diviertan a la mayoría
- parabélicos
- que provoquen miedo
- tan elaborados que no admita la participación pues el juguete lo hace todo
- los que fomenten la competencia indiscriminada
- o aquellos que estimulen la violencia, la crueldad, la discriminación y la alienación.
En PARQUE COLORIN lo sabemos: los niños y niñas se disfrazan indiscriminadamente de princesas y príncipes.
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